3.1. Instrumentos diagnósticos.

3.1. Instrumentos diagnósticos. pag 171.

Definición instrumento.
Se denomina instrumento a todo medio que pueda aportar información rigurosa sobre las características del alumno y el grado y calidad en que las posee.

Hay que evitar que los instrumentos se conviertan en un fin en sí mismos o en una especie de lastre, en lugar de ser un medio para conocer al alumno.  

El recurso de los cuestionarios, escalas de observación, anecdotarios y valoraciones de trabajos específicos, forman parte de la colaboración que puede prestar el profesorado, y otros expertos, sin olvidar que la forma de obtener observaciones fiables es ofreciendo al alumnado oportunidades sistemáticas para manifestar la capacidad a través de las tareas curriculares.

Test.

Hipervalorados y vituperados a partes casi iguales, siguen teniendo un lugar en el diagnóstico de la alta capacidad: una alta puntuación en un test sólido de capacidad intelectual es un indicador sólido de capacidad, la ausencia de alta calificación no necesariamente indica baja capacidad, pues el alumno ha podido adoptar una actitud de rechazo hacia el test, cometer errores tontos...

Su uso queda limitado a los profesionales preparados y no deben sustituir a otro tipo de instrumentos.

Algunas observaciones a tener en cuenta serían:

• Los test de aplicación individual se emplearán para propósitos determinados y tras poseer otras informaciones acerca del alumno en cuestión. Con carácter general se emplearán las pruebas de aplicación colectiva.
• Existen dudas fundadas sobre la posibilidad de diagnosticar el conjunto de las capacidades humanas mediante test de fiabilidad y validez equivalentes.
• Es peligroso confiar demasiado en una puntuación obtenida en un test en un momento determinado.
• Por otra parte, su validez predictiva suele ser débil en general.Todos los test tienen un margen de error, aunque la cuantificación de los resultados tiende a dar una desmesurada apariencia de precisión a la medida.
• En general, los test de capacidad tienen un techo muy bajo para diagnosticar a los alumnos con alta capacidad. Si se puede, en estos casos se recomienda acudir a test de nivel superior.

Valoración de los expertos.

Léase profesores y otros expertos de la comunidad y, desde cierta perspectiva, padres y compañeros.

Es preciso contar con las valoraciones del profesorado pues son los responsables de la educación y tienen oportunidades para observar distintos comportamientos y características de sus alumnos. Son una fuente de información complementaria pero necesaria.

Las principales limitaciones del profesorado proceden de la carencia de formación en este campo y de los prejuicios y estereotipos existentes hacia estos alumnos. Si bien la precisión de los juicios del profesor aumentan significativamente tras un adecuado entrenamiento.

Su defensa se apoya en las razones siguientes:

• Hay aptitudes y actitudes para cuyo diagnóstico no existen instrumentos más adecuados.
• Los profesores pueden dar información sistemática sobre una amplia muestra de tareas.
• Combinados sus juicios con otros datos aumentan la precisión del diagnóstico.
• Institucionalmente es importante incluir al profesorado en el modelo diagnóstico adoptado.

Los padres y los propios compañeros también pueden aportar datos específicos, válidos y fiables, si se les pregunta sobre conductas que han tenido oportunidad de observar y si se les formulan las preguntas en términos adecuados. Entrevistas y cuestionarios son los instrumentos más empleados.

Los padres normalmente son los primeros en reconocer la singularidad del hijo, aunque dudan en manifestarlo por temor a despertar celos y porque no suelen encontrar apoyo en la escuela. 

El sistema educativo familiar y la actitud específica del padre y de la madre ante un hijo superdotado, es una característica que diferencia significativamente; entre las familias  cuyos hijos obtienen alto rendimiento y aquellas otras cuyos hijos no lo obtienen, a pesar de la alta capacidad.

El rendimiento escolar

En general, el rendimiento escolar es un indicador fiable de los resultados que cabe esperar del alumno. Inteligencia y rendimiento correlacionan positivamente, tanto si el rendimiento se mide a través de las calificaciones que otorga el profesorado cuando si se mide a través de pruebas tipificadas de rendimiento académico.

Sin embargo, hay alumnos capaces que obtienen mal rendimiento por lo que este criterio no debe tener un valor absoluto sino relativo, y ser considerado junto a otros criterios tratando de encontrar patrones explicativos de la capacidad y del comportamiento del alumno en su contexto.

Entre los indicadores de rendimiento deben considerarse también las calificaciones que obtienen los alumnos en pruebas menos convencionales como pruebas de selectividad universitaria, concursos escolares, certámenes científicos extraescolares, premios… Son muestras de decisiones y logros.