5.3. Alumnos y alumnas con Beca de Excelencia. pag 222.
La investigación anterior ha continuado estudiando una muestra más amplia de alumnos procedentes de toda España seleccionados por haber obtenido Beca de Excelencia (BE) para estudiar en una de las Universidades de la Comunidad de Madrid.
En este caso la población la forman los alumnos que durante el curso académico 2004-2005 obtuvieron una de dichas becas.
Estas becas pretenden atraer a la Comunidad de Madrid a los estudiantes españoles que han obtenido rendimiento excelente en bachillerato y en la universidad y promover la movilidad hacia Europa y América de los estudiantes universitarios que son capaces de mantener un rendimiento excelente en las universidades participantes en el programa IDEUM 2010 (Investigación y Docencia de Excelencia Universitaria Madrileña).
Entre los requisitos exigidos para aspirar a una de dichas becas se señalan en la nota media necesaria apra solicitarlas será:
- Alumnos ya matriculados en: enseñanzas técnicas de ciclo largo, 6.5 puntos. Estudios de medicina, 7 puntos. Resto de estudios, 8 puntos.
- Alumnos de nuevo ingreso en la universidad, 9.31 puntos.
- Dicha puntuación deberá haberse obtenido en convocatoria ordinaria equivalente a la del mes de junio.
Buena parte de los 118 alumnos universitarios de la muestra habían obtenido previamente Premio Extraordinario en Bachillerato. Se pretendía responder a las cuestiones:
- ¿Qué capacidades tienen chicos y chicas con alto rendimiento, cómo las utilizan y diferencias entre ambos grupos?
- ¿Cómo influye la escuela en el desarrollo del alto rendimiento y de la alta capacidad?
Cabe avanzar que han elegido todo tipo de carreras, y predominantemente carreras duras como ingeniería, que obtienen buen rendimiento en la universidad, que no aparecen diferencias significativas en capacidad en función del género, que en la vida universitaria y extrauniversitaria siguen aprecieando sexismo a diversos niveles.
Por ejemplo, los alumnos señalaban que la mejor nota tiene que ser para un varón aunque merezca ser el segundo o tercero.
Dentro del avance hacia la igualdad, chicos y chicas consideran que desde la familia y la escuela se tiene una percepción diferenciada de las capacidades de ambos géneros, que discrimina al femenino.
Frente al mismo resultado, padres y profesores consideran que en el caso de los chicos se debe a la capacidad y en el de las chicas al esfuerzo y la constancia, extremo que no se sostiene desde los resultados de los test, ni desde el cuestionario, ni desde las valoraciones de los grupos de discusión ni desde el rendimiento anterior obtenido por el grupo.
Más bien consideran que chicos y chicas tienen diferentes capacidades e intereses, y que han sido y se verán condicionados socioculturalmente a través de las expectivas sociales y de los papeles asignados estereotipadamente a cada uno de los géneros.
A su juicio, estos temas están cambiando.
Pese a no existir diferencias significativas en la capacidad medida por los test, chicos y chicas consideran que las chicas son más inteligentes si bien las capacidades relativas a pensamiento abstracto, matemático y espacial se siguen asociando a los chicos.
Por el contrario, se relaciona con las chicas una mayor capacidad emocional e interpersonal.
Asimismo consideran que chicos y chicas hacen un uso distinto de sus capacidades; ellas hace un uso más estratégico de las mismas, son más ordenadas y matizado en los grupos de discusión respecto del estereotipo simplista de que salen adelante proque se esfuerzan más que los chicos.
Este estereotipo asoma al valorar al profesorado y también lo exponian los alumnos del Premio Extraordinario de Bachillerato (PEB). Pese a ello, admiten un avance en el reconocimiento de la igualdad.
Tienen buena capacidad intelectual, obtienen alto rendimiento académico, muestran madurez y responsabilidad en el estudio y capacidad crítica matizada.
Los resultados obtenidos en los tests confirman su capacidad pues tanto en el Raven superior como en el PMA, la distribución resultante es una distribución centrada en los valores superiores, en los que la mediana supera claramente a la media.
No aparecen diferencias estadísticamente significativas entre los géneros, excepto en el subtest de razonamiento abstracto del PMA y favorecen a las mujeres.
Los resultados de los cuestionarios, los muestra como alumnos con buen autoconcepto académico, con valoración positiva de la experiencia escolar, respetusos con profesores y compañeros a los que valoran y por los que se sienten valorados, con amigos y algo críticos con determinados procedimientos de enseñanza.
Sus estrategias y hábitos de estudio son buenos.
Las chicas tienen a tener estrategias más sólidas de trabajo intelectual, tanto desde los datos del cuestionariode Vermunt cuanto desde las opiniones vertidas en los grupos de discusión.
En los grupos de discusión chicos y chicas consideran que, en general, tanto en la escolaridad obligatoria como en el institutio y en la universidad, han recibido un tratamiento equitativo.
A pesar de ello, sí encuentran excepciones, produciéndose en ocasiones un tratamiento discriminatorio hacia las chicas, procedente tanto de los profesores como de los compañeros y de la propia familia.
Abundan en nuevos ejemplso en la línea del los alumnos Premio Extraordinario de Bachillerato (PEB), apreciándose mayor madurez y discernimiento en el análisis de los hechos.
Consideran que la educación y la enseñanza no se adapta a las diferencias individuales.
Critican las técnicas de motivación y las estrategias de enseñeanza empleadas pues, en ocasiones, limitan el pensamiento creativo.
En la elección de estudios dicen que en su caso ha primado la libertad y los intereses personal de cada cual.
Son conscientes de que existe cierta presión social hacia los chicos y chicas para que elijan o desestimen determinadas carreras; pero, a la vez, también son conscientes de que estas dinámicas están cambiando.
Se trata de favorecer un cambio de mentalidad social que normalice la elección de estudiso en función de las capacidades e intereses, sin situar el género como categoría convencional discriminatoria.
Parece ser que son los chicos los que reciben mayores presiones por parte de la familia para que no se adentren por elecciones tradicionalmente femeninas, consideradas social y profesionalmente más débiles.
En el caso de las chicas se admite que elijan estudios convencionalmente masculinos o femeninos.
Chicos y chicas valoran los entornos diversos y la diversidad.
La universidad es considerada un espacio diverso, caractizado por muestras de respeto a la libertad personal y a la diversidad social.
Asimismo señalan que es necesario repensar la oferta educativa en relación a las personas que la universidad pretende formar y a la sociedad que se desea promover. Los utilitarismos, matizan, reducen materias y especialidades con tradición cultural y cierta proyección social; la limitación del número de plazas condena a la sequía a determiandas opciones estudiantiles aunque sean buenos alumnos.
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