2.2. Evaluación de los logros de la Conferencia de Beijing. pag 205.
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing (China) en 1995, marcó un hito en la conciencia mundial dada la calidad y cantidad de los asistentes y de los datos aportados sobre la discriminación de género.
Aquí nos ceñiremos al área crítica Educación y capacitación de las mujeres, tratando de evaluar, 10 años después, los logros y lagunas habidos en los siguientes objetivos estratégicos. El avance en los objetivos ha sido desigual y varía según los países, siendo los más precarios los situados en la África Subsahariana, Asia del Sur y el Pacífico.
Garantizar el acceso equitativo a la educación.
El informe del INSTRAW (2005) señala que la educación es un derecho habilitante, es decir, que facilita el cumplimiento de otros derechos.
Erraricar el analfabetismo entre las mujeres.
Son niñas el 75% de los 121 millones de niños que no asisten a la escuela. Aunque se ha registrado una leve mejora en la tasa de alfabetización y se ha alfabetizado a más mujeres que hombres, el analfabetismo sigue siendo femenino.
Ampliar el acceso de las mujeres a la capacitación vocacional, a la ciencia y tecnología y a la educación continua.
El tercer objetivo pretende el acceso equitativo a la educación básica y para adultos y a los ámbitos de la ciencia y la tecnología.
Pues pese a que las mujeres sobresalen globalmente en los estudios universitarios, las áreas de ingeniería, manufactura, construcción, ciencia y agricultura siguen estando copadas por los hombres.
En este marco uno de los objetivos para la Unión Europea es aumentar, para el año 2015, el número de mujeres licenciadas en ciencia y tecnología y su inmersión equitativa en el mercado laboral.
Forjar la educación y la capacitación no discriminatoria.
La violencia de género existe dentro de la escuela y en ocasiones es perpetrada por los propios profesores.
El informe INSTRAW señala que los profesores tienen expectativas más bajas hacia las niñas que hacia los niños.
Por otra parte, promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres a través del currículo escolar es un proceso mucho más complejo, requiere un análisis crítico de lo incluido y de lo excluido, de cómo se abordan los temas y de que perspectivas predominan, algo de lo que no tienen conciencia muchos docentes que no se han planteado ni remotamente la perspectiva de género.
Adjudicar recursos y supervisar la ejecución de las reformas educativas.
Los avances hacia la igualdad son muy parciales y avanza desigualmente la sensibilidad hacia la situación de las niñas y las mujeres. Escasean los recursos y se ralentiza el avance institucional.
Por ejemplo, los ministerios que se crean para promover la igualdad, son los más débiles y menos dotados económica y políticamente, aunque hay algunos proyectos exitosos.
Promover la educación y capacitación para mujeres y niñas a lo largo del ciclo vital.
Pensar en una formación permanente que de a niñas y mujeres la oportunidad de dirigir sus vidas, es difícil incluso en los países desarrollados.
Datos como el informe del foro de la Educación para Todos, muestran con datos, que, a nivel global, se avanza muy lentamente hacia la igualdad real de los hombres y las mujeres. Por ello se propone una estrategia de transversalización de género, que promueva la igualdad y la equidad de género en los ámbitos formativos, laborales, familiares y sociales.
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing (China) en 1995, marcó un hito en la conciencia mundial dada la calidad y cantidad de los asistentes y de los datos aportados sobre la discriminación de género.
Aquí nos ceñiremos al área crítica Educación y capacitación de las mujeres, tratando de evaluar, 10 años después, los logros y lagunas habidos en los siguientes objetivos estratégicos. El avance en los objetivos ha sido desigual y varía según los países, siendo los más precarios los situados en la África Subsahariana, Asia del Sur y el Pacífico.
Garantizar el acceso equitativo a la educación.
El informe del INSTRAW (2005) señala que la educación es un derecho habilitante, es decir, que facilita el cumplimiento de otros derechos.
Erraricar el analfabetismo entre las mujeres.
Son niñas el 75% de los 121 millones de niños que no asisten a la escuela. Aunque se ha registrado una leve mejora en la tasa de alfabetización y se ha alfabetizado a más mujeres que hombres, el analfabetismo sigue siendo femenino.
Ampliar el acceso de las mujeres a la capacitación vocacional, a la ciencia y tecnología y a la educación continua.
El tercer objetivo pretende el acceso equitativo a la educación básica y para adultos y a los ámbitos de la ciencia y la tecnología.
Pues pese a que las mujeres sobresalen globalmente en los estudios universitarios, las áreas de ingeniería, manufactura, construcción, ciencia y agricultura siguen estando copadas por los hombres.
En este marco uno de los objetivos para la Unión Europea es aumentar, para el año 2015, el número de mujeres licenciadas en ciencia y tecnología y su inmersión equitativa en el mercado laboral.
Forjar la educación y la capacitación no discriminatoria.
La violencia de género existe dentro de la escuela y en ocasiones es perpetrada por los propios profesores.
El informe INSTRAW señala que los profesores tienen expectativas más bajas hacia las niñas que hacia los niños.
Por otra parte, promover la igualdad de género y la autonomía de las mujeres a través del currículo escolar es un proceso mucho más complejo, requiere un análisis crítico de lo incluido y de lo excluido, de cómo se abordan los temas y de que perspectivas predominan, algo de lo que no tienen conciencia muchos docentes que no se han planteado ni remotamente la perspectiva de género.
Adjudicar recursos y supervisar la ejecución de las reformas educativas.
Los avances hacia la igualdad son muy parciales y avanza desigualmente la sensibilidad hacia la situación de las niñas y las mujeres. Escasean los recursos y se ralentiza el avance institucional.
Por ejemplo, los ministerios que se crean para promover la igualdad, son los más débiles y menos dotados económica y políticamente, aunque hay algunos proyectos exitosos.
Promover la educación y capacitación para mujeres y niñas a lo largo del ciclo vital.
Pensar en una formación permanente que de a niñas y mujeres la oportunidad de dirigir sus vidas, es difícil incluso en los países desarrollados.
Datos como el informe del foro de la Educación para Todos, muestran con datos, que, a nivel global, se avanza muy lentamente hacia la igualdad real de los hombres y las mujeres. Por ello se propone una estrategia de transversalización de género, que promueva la igualdad y la equidad de género en los ámbitos formativos, laborales, familiares y sociales.
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